Hay días muy especiales, días en los que uno aprende mucho. Aprende de todo lo que no aprendió. Y se da cuenta de que aunque haya aprendido de lo que no aprendió, va a cometer cien y tal vez mil veces el mismo error.
¿ Quién sabe cuantas veces se va uno a tropezar con la misma piedra? Pero lo bueno de estos días es que uno tiene la oportunidad de empezar de cero habiendo dicho lo que tenia que decir y habiendo oído lo que tenían para decirle.
Es probable que sea difícil saber que hay cosas que no están en las manos del que le toca pasarlas. Pero lo bueno de todo es que en estos caso uno tiene la oportunidad de volver a ser lo que era antes.
Hoy aprendí que soy capaz de decir lo que pienso y lo que siento de verdad sin miedo al dolor. Hoy en cuestión de segundos tuve la oportunidad de herir y sentirme herido. Hoy me encontré de vuelta conmigo. Con el que sabe que sólo se tiene a sí mismo. Hoy encontré una oportunidad muy buena de dedicarme a mí mismo.
Hoy me encuentro tristemente, o por fortuna, como hace cuatro años. Con todas las puestas abiertas. Tal vez más viejo, pero con todas las puertas abiertas. Me encuentro en el mismo lugar, pero con años de experiencia. Un poco mas sabio. Hoy me enseño la experiencia que no importa cuanta experiencia agarre, siempre cometeré el mismo error porque ni siquiera sé cual es el error.
hoy ya no tengo más que decir. Ahora solo me queda dormir con deseos de haber aprendido y afrontar mañana con otros ojos
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