
Otra vez esta ciudad me devuelve bofetadas a cambio de abrazos y abrazos acambio de espaldas.
Hoy me buscaron los ojos llorosos de la duda para invitarme a caminar. Las etapas se queman y los miedos acompañan los cambios.
Otra vez me invita la ciudad un buen trago de soledad. Otro más que se va y no soy yo. Pacientemente espero mi turno, atado a la promesa de cumplir y a mi propio orgullo. ¿Cuánto tiempo más seguiré viendo pasar gente por acá?
Hoy charlamos de los caparazones y me doy cuenta de que no soy el único que lleva uno. Todos faltos de abrazos vamos chocando nuestros caparazones. Esta ciudad nos obliga a no querer querer, porque con el tiempo algo nos puede hacer doler.
Hoy me encontré con tu tristeza infinita y me sentí muy feliz. Feliz de saber que me buscaste. De saber que alguien todavía confía en mí.
Hoy te quiero acompañar y prepararte para volar. Para atrapar esa serpiente a la que le pediras que te muerda y te devuelva otra vez a casa. Sé que la mordedura va a doler. Pero sé que se acabó esta etapa. Y que pronto se va a terminar la mia. Todavía me quedan muchos planetas que visitar. En la mochila me voy a llevar trocitos de corazones que alimentaran los viajes en busca de no sé que.
Pero me guardo lo lindo. Sé que vas a hacer lo que tenés que hacer y en eso te deseo lo mejor. Fue lindo que se cruzaran los caminos. Si habrá vuelta o no no lo sabemos. Si la hay no la esperemos, asi va a ser todavia mejor. Si no hay vuelta, nos quedan los recuerdos y las delicias de todo lo compartido.
Esto es un monton de frases sueltas que tenia en la cabecita que queria dedicar a los que se cruzaron por acá. Y a la pequeña Dani, mis pies en la tierra cuando lo necesité. Nunca dudes en buscar más abrazos.